2 de septiembre de 2009

Adicción

Estoy preocupada. No puedo parar de coser. A este paso la Fran va a tener más ropa de la que va a alcanzar a usar. Es una verdadera adicción. ¡Auxilio!

El verano pasado mi suegra me regaló un género floreado muy lindo pero que tuve guardado todo el invierno sin saber muy bien qué hacer con él. Me pareció que una polera manga larga se vería demasiado formal y por eso decidí esperar hasta que surgiera una buena ocasión para usarlo. Y bien, ahora llegó esa ocasión.


Tomé una variación del molde McCall's para la polera de cuello halter que hice hace poco, esta vez con escote cuadrado. Precisamente debido al escote, este molde exigía un forro completo de la polera y el género me alcanzó justo. Pero así, justo justo.

Recordé que tenía una cinta naranja que había guardado en el último cumpleaños de mi mamá (que era parte del envoltorio de uno de los regalos que recibió) y quedó perfecta. Ya viene la foto.

Como ya tenía pensado hacer unos shorts que le vinieran (porque una polera floreada en tonos naranjos no se combina así como así con cualquier cosa), usé el molde que venía con la polera y que era de lo más simple, con elástico en la cintura y sin cierres ni botones complicados (particularmente útil cuando la usuaria de la prenda no está ahí con la costurera para probársela a medida que avanza el proceso).

(No, esos no son los shorts terminados. A la niña no se le perdió el caballo ni la moto. Es el curioso aspecto que tienen en un momento determinado de su fabricación.)

Para los shorts usé un algodón elasticado que no me trajo ningún problema (recordemos el episorio de la polera amarilla) porque ya sabía qué tenía que hacer y qué no. Eso sí, decidí modificarlos un poco porque eran muy largos de tiro, para que quedaran a la cadera.

Y listo. Tan simple como eso.


Con respecto a la adicción, no pretendo rehabilitarme por el momento. Tengo hartos proyectos en mente y bastantes moldes por usar. Menos mal que no tengo hijos, porque con el tiempo que paso cosiendo se los llevaría el Sename acusándome de negligencia y terminarían siendo amigos de Cisarro y compañía. ¡Horror! Mejor seguiré cosiendo mientras pueda.

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