22 de agosto de 2009

Halter


La vida de una funda de almohada puede llegar a ser muy interesante. Pero hay una funda en particular cuya vida dio un giro inesperado y terminó siendo algo que pocas sueñan ser.

Esta semana decidí cerrar la temporada de costura otoño-invierno y empezar con las falditas/poleritas/vestiditos veraniegos. Mucho más entretenido y mucho menos género. Y como a la Fran le gusta cualquier prenda que se vea "adulta", dicidí comenzar con una polera cuello halter (¿alguien sabe cómo se dice eso en castellano sin tener que usar más de cinco palabras?)

Compré un molde McCall's que además de una polera cuello halter incluía un vestido y pescadores desde la talla 7 a la 12. Es que hay que pensar en el futuro y comprar moldes crecedorcitos, quiridi. Y como no tenía ningún género apropiado, recordé que teníamos una funda de almohada que nunca había salido de su envoltorio y que podía alcanzar para la polera.

Tomé las medidas y ¡voilà! Alcanzó perfecto.


Definitivamente lo más difícil fue el cuello. Leí las instrucciones para poner la cinta en el escote en inglés y en castellano, las analicé, las volví a leer y la volví a analizar. Pero no había caso. Nunca había visto algo tan innecesariamente enredado. Las instrucciones eran tan crípticas y la ilustración me dejó tan boquiabierta que opté por seguir mis instintos y ponerla como pondría normalmente una cinta al bies. Bien por mis instintos.


A última hora recordé que no tenía elástico pero, una vez más, Pecky me salvó la vida.


Y así, en menos de un día la Fran ya tenía su primera polera para los próximos días de calor.

2 comentarios:

  1. Pq Pecky se llama Pecky? Por pecosa? Por pecadora? Es su nombre?

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  2. Es el nombre de la cordonería y, por antonomasia, el de su dueña (cuyo verdadero nombre desconozco y que no es la misma que la de hace algunos meses, una señora colombiana que se devolvió a su país porque echaba de menos).

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